domingo, 1 de abril de 2012

ROMANCERO PAISANO



Plaza Mayor: una historia
familiar entre alaveses
Desde sus torres, baluarte
de hornacinas y ajimeces,
amén de Fueros jurados,
la Villa cimera tiende
su vuelo, como paloma,
sobre la campiña verde.

Es primavera y ensaya
flores abril. Atardece.
Hay un rumor de sedientas
cerámicas en la fuente.
Giran ruedas de canciones
infantiles y trascienden
bellas palabras, preludio
de amores adolescentes.

Fluyen por rúas gremiales
destinados a entenderse
los barbados artesanos,
los aprendices imberbes,
en tanto que alcabaleros
alternan con mercaderes,
y el gañán ronda la siembra,
como el letrado sus leyes.

Súbito irrumpe la Posta
de campanillas alegres,
y su danza trepidante
se desmaya en el Alberge
de la Gran Plaza. Testigos
clérigos y feligreses,
al son del bronce, en el atrio
de San Miguel compadecen.

Rosas aladas ofrendan
a la Virgen de las Nieves
suplicantes voces blancas,
voces graves reverentes.
Y en la noche, un misterioso
claro de luna convierte
al romántico viajero
de soñador en vidente.

Templo y hogar, lonja y coso
de leales y aun corteses,
los que en su lucha aprendieron
a derrotar, para siempre,
la iniquidad con justicia,
con audacia al prepotente...
De "Villa-Suso" a las "Cercas"
ésta es "Victoria que vence"

Sacado del libro "VUELOS Y CELAJES. ANTOLOGÍA POÉTICA" de Luis Rey Altuna. Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. 1999

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